jueves, 23 de mayo de 2013

ANALISIS CRÍTICO Y DIDACTICO DE LOS COMPONENTES DEL LENGUAJE


ANÁLISIS CRÍTICO Y DIDÁCTICO DE LOS COMPONENTES DEL LENGUAJE EN EL SEGUNDO CICLO


Asumir el reto de una formación en lenguaje para el ciclo dos exige analizar, de manera particular, los distintos saberes y saber hacer con el lenguaje que es necesario potenciar durante esta etapa de escolaridad. Además de avanzar en el desarrollo de su capacidad para comprender y producir textos orales y escritos de distinto tipo (descriptivos, expositivos, narrativos, argumentativos, instructivos), es necesario que los niños evolucionen como lectores y productores de textos literarios, y como usuarios de las tecnologías de la información y la comunicación –TIC–. Por tal razón presentamos a continuación los diversos componentes que se deben tener en cuenta en el concepto de formación en lenguaje: oralidad, lectura, escritura, literatura y tecnologías de la información y la comunicación. Al tratar cada uno de estos aspectos se incluye una aproximación conceptual, su importancia para la vida escolar y algunos principios didácticos para tener en cuenta en su enseñanza.
 La oralidad Por tradición –e incluso por petición– la escuela ha centrado sus esfuerzos en cualificar los procesos de lectura y de escritura, esto implica que el énfasis de la enseñanza está en el lenguaje escrito. Aunque la mediación para abordar esos procesos (y casi todo lo que sucede a nuestro alrededor) tiene lugar, en su mayoría, a través de las interacciones orales, la oralidad, en sí misma, ha sido puesta a un lado como objeto de enseñanza. Pareciera suponerse que el lenguaje.
Oral se aprende de forma natural y que por tanto no hay que tratarlo de manera explícita. En este apartado procuraremos re significar el papel de la oralidad en la escuela. Para lograrlo iniciaremos con una exploración de cuáles son las características del habla y específicamente del habla en clase, la importancia de abordar lo oral conscientemente con el fin de apropiarnos de modos de hablar más formales y cómo fomentar su desarrollo en las diferentes áreas. Partamos por reconocer que nuestra forma de hablar cambia, se adapta según el sitio en que nos encontremos, la familiaridad que tengamos con nuestro interlocutor, nuestro estado de ánimo o el tema que tratemos. Solo recordemos cuando hablamos con nuestra pareja, con el tendero, con el director, con un compañero, o con nuestros estudiantes; en cada una de esas situaciones hacemos un uso del lenguaje oral distinto. Amparo Tusón (1991) denomina “ámbitos de uso socioculturalmente definidos” a los diferentes espacios en los que nos desenvolvemos: familia, escuela, trabajo, comercio, iglesia, etc. Para cada ámbito se puede decir que hay un contrato social de habla, unas formas de expresarse específicas y eso se da en cada práctica social, en lo jurídico, en lo periodístico, en lo pedagógico, entre otros.
Teniendo en cuenta lo anterior, el aula se constituye en uno de estos ámbitos. Exploremos más a fondo qué sucede en ella. Consideremos la siguiente afirmación: cualquier tipo de interacción que se establezca entre los estudiantes, o entre estos y el maestro, está atravesada por el lenguaje en uso, por el habla. Las clases, las instrucciones, los pedidos de ayuda, las preguntas y respuestas, en su mayoría son orales. Entonces, podríamos asegurar que la oralidad es el medio social más inmediato con el cual construimos.
Lenguaje, sujetos y conocimientos.
En clase el docente se constituye en el principal modelo de habla. Investigaciones han
demostrado la manera en que el estilo discursivo adulto influye poderosamente en la complejidad y coherencia del lenguaje producido por los alumnos. Los adultos con los cuales los niños más interactúan son sus familiares y sus maestros. Basados en esto reflexionemos sobre lo siguiente: el modo de organización del discurso con el cual estamos más relacionados es la narración, esto es porque en las familias (y en los primeros grados de escolaridad) casi todo se cuenta como si fuese una historia, lo que sucedió en el día, los chismes del barrio, lo qué pasó en la escuela, etc. La escuela se constituye entonces en el lugar que puede brindar a los niños el acceso a formas discursivas más elaboradas y es su maestro el protagonista de ello. Por ejemplo, si en clase vamos a hablar sobre una problemática ambiental, ¿qué será más enriquecedor para los estudiantes, decirlo como si fuese un cuento o escoger un modo de organización del discurso expositivo que vaya ligado con conectores de causa-consecuencia? Para Caz den (1991:111) “la meta de toda educación es el cambio intraindividual y el aprendizaje del estudiante, por lo que hemos de considerar el modo en que las palabras dichas en clase afectan a los resultados de esa educación, es decir, cómo el discurso observable en el aula afecta al inobservable proceso mental de cada uno de los participantes, y por ello, a la naturaleza de lo que todos aprenden”. Como resultado, los tipos de intervención y los estilos discursivos que propiciemos en el aula truncan o impulsan el desarrollo lingüístico y los avances cognitivos que puedan alcanzar nuestros alumnos. Antes de empezar a explorar cuáles son esas características de las interacciones orales que pueden potenciar el aprendizaje en este ciclo, ejemplifiquemos con una situación esa especificidad de la oralidad en clase que la hace distinta de los intercambios que tienen lugar en otros espacios.
El habla en el aula, modelo de participación social En el aula no solo existe una manera de hablar específica, sino también de relacionarse. La forma de interactuar entre el docente y los estudiantes, y la que se da entre compañeros ofrecen modelos de comportamiento, hay cosas que están permitidas hacer y otras que son objeto de reflexión, incluso de amonestación (gritar, tomar las cosas de alguien más, tener desordenado el lugar de trabajo, golpear, etc.). Para contribuir a que el aula se constituya en un ambiente armonioso es deseable que todos sus integrantes sepan cuáles son las reglas del juego, de ahí la importancia que el docente involucre a sus estudiantes en la construcción de normas para el buen funcionamiento de la clase, que garanticen el respeto y organicen la forma de participación, entre otras. Cuando todos tienen claro qué se espera de ellos, no solo el docente tendrá el papel de regulador de lo que sucede en el aula, sino que también los estudiantes ejercerán esta función.
Hablar para aprender.
Una de las prácticas orales más frecuentes en clase es el pedido que le hacemos a los niños de hablar para que demuestren lo que aprendieron; muchas veces esperamos que repitan lo que tienen consignado en el cuaderno o el discurso nuestro y no se acepta otra respuesta, lo cual devela una buena memoria más que un proceso de comprensión. Si consideramos que se habla también para aprender, se admite que no solo es para evaluar lo aprendido, por el contrario, se habla para construir el camino de elaboración de dicho conocimiento
• Hablar para explorar: El aprendizaje inicia desde el momento en que existe una inquietud, una motivación, una pregunta, un problema por resolver. El primer acercamiento a un tema, las ideas iniciales, las hipótesis que se tengan, la explicitación de conocimientos previos, son formas de explorar. Hablar para aclarar: Haber tenido un acercamiento guiado al tema o procedimiento no garantiza comprenderlo. Proponer situaciones que promuevan la explicitación de lo que se ha entendido, por ejemplo, explicar a otras personas el tema o un aspecto de él, permitirá aclarar hasta qué punto se ha llegado en su apropiación. Establecer qué se sabe, brindar la oportunidad para definir qué es lo que no se sabe, cuánto se sabe, por qué no se entendió (o al contrario, qué estrategias posibilitaron la construcción del conocimiento) brindará elementos valiosos para definir acciones, volver atrás, profundizar algún tópico
En el segundo ciclo, algunas de las intervenciones orales que suceden en el aula están mediadas por la escritura.

La lectura En este apartado expondremos algunas ideas fuerza sobre el aprendizaje de la lectura que consideramos claves para orientar su enseñanza y veremos los principios didácticos que se desprenden de estas ideas. Por último presentaremos dos modos de leer que pueden servir como marco de referencia para el diseño de situaciones de lectura en el ciclo dos. Ideas fuerza sobre el aprendizaje de la lectura Tomar conciencia acerca de cuándo empieza y cuándo termina el proceso de enseñanza aprendizaje de la lectura constituye un asunto de suma importancia ya que tiene implicaciones en las situaciones didácticas de lectura que los docentes de cada ciclo diseñan para sus estudiantes. La lectura: un aprendizaje complejo cuya enseñanza no culmina en el ciclo uno Puesto que uno de los objetivos de aprendizaje del primer ciclo es que los niños logren apropiarse del código escrito (entendiendo esta conquista como un medio y no como un fin en sí mismo), se tiende a pensar que enseñar a leer es una tarea que le compete a los docentes del ciclo uno, lo cual constituye una falsa y contraproducente creencia.
La enseñanza de estrategias para la comprensión de lo leído En el apartado anterior dijimos que leer significa interactuar con un texto con el propósito de encontrarle sentido. La psicolingüística, interesada en estudiar las operaciones cognitivas mediante las cuales comprendemos y producimos textos orales y escritos, ha puesto en evidencia que el proceso mediante el cual se construye el significado de un texto implica el uso de estrategias de lectura tales como activar los conocimientos previos, formular hipótesis sobre el contenido, precisar el objetivo de lectura ajustando el modo de leer al mismo, controlar la propia comprensión identificando lo que no se entiende, realizar inferencias, establecer relaciones entre lo que se conoce y la nueva información, identificar las ideas principales, entre otras. La pregunta que cabe formularse es si los profesores son conscientes de la necesidad
Isabel Solé (1997) propone clasificar las estrategias teniendo en cuenta las operaciones cognitivas que se activan antes, durante y después de la lectura, de modo tal que las intervenciones docentes no se centren exclusivamente en la etapa posterior a la lectura. Aclara que si bien las estrategias no son “exclusivas” de estos momentos, la clasificación es válida ya que refuerza la idea de que la enseñanza de la lectura debe tener lugar en todas sus fases
Asumir la lectura como práctica social implica también abrir las puertas para que entren a la escuela aquellos textos reales7 que los niños hallan fuera de esta, propiciando encuentros significativos entre materiales y lectores. Para dar una idea de la diversidad textual que podría circular entre los estudiantes del ciclo dos, presentamos la tipología propuesta para la realización de la prueba de lectura del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes
–PISA
• Descriptivos: textos de carácter técnico, científico y literario en los cuales la información se refiere a las propiedades o características de los objetos y de los procesos. La descripción científica o técnica nos informa acerca de cómo es o cómo actúa algo; la literaria da cuenta de cómo es un personaje, un lugar.
• Narrativos: es el tipo de texto donde la información se refiere al acontecer en el tiempo. En la narración se responde la pregunta, cuándo o en qué secuencia. Ejemplos de textos que estarían en esta categoría son: cuentos, novelas, historietas, biografías, tiras cómicas, reportes periodísticos.
• Expositivos: es el tipo de texto que tiene como propósito informar y difundir conocimientos sobre un tema. Ejemplos de esta categoría son: textos escolares, artículos de revistas sobre temas especializados, una gráfica de tendencia poblacional.
• Argumentativos: tienen como objetivo expresar opiniones o rebatirlas con el fin de persuadir al lector. Por ejemplo las columnas editoriales en un periódico o un foro en línea.
• Instructivos: es el tipo de texto que provee indicaciones sobre qué pasos seguir para realizar una tarea, como las recetas de cocina o las revistas de manualidades.

La escritura






Para abordar el tema de la enseñanza de la escritura desde una óptica general, pero también con la mirada de un docente del ciclo dos, les invitamos a acompañarnos en un recorrido que esperamos les permita comprender por qué la formación de escritores competentes no le corresponde únicamente al docente de lengua; reemplazar falsas creencias en relación con la enseñanza de la escritura, entendiendo las implicaciones didácticas que de ello se derivan, y ampliar y cualificar su repertorio en cuanto a la diversidad de prácticas de escritura que puede proponer a sus estudiantes. ¿Por qué enseñar a escribir en todas las áreas disciplinares? Antes de tratar de responder esta pregunta, analicemos la siguiente situación. Un profesor formula a sus estudiantes este interrogante: ¿Por qué un árbol pesa hoy 100 kg más que hace 20 años? Y uno de ellos responde: “Porque cada año que ha pasado ha aumentado el diámetro del tronco del árbol, su altura y el número de ramas y de hojas. Todo esto hace que pese más” (San martí, 2002)
. La escritura no transcribe el pensamiento; permite nombrarlo, precisarlo y transformarlo Si le preguntamos a un grupo de profesores de diversas áreas con qué propósitos escriben los estudiantes en sus clases, probablemente nos dirán que lo hacen para consignar información,
y para hacer las distintas tareas y evaluaciones que les solicitan. Principios didácticos en la enseñanza de la escritura en el segundo ciclo Los cambios en el paradigma de la escritura tienen importantes repercusiones en la didáctica de la escritura del ciclo dos. Veamos algunas:
• Precisar el tipo de textos usados por las distintas áreas disciplinares del ciclo dos (informes, registros de observaciones, cuentos, etc.), y sus características, para enseñar a los niños a escribirlos con el fin de que vayan construyendo los saberes propios de cada disciplina.
• Dar continuidad al enfoque del ciclo uno en el cual los niños experimentan la escritura como una práctica significativa ligada a propósitos auténticos. Es fundamental ampliar y hacer más complejo el panorama de situaciones que permitan a los estudiantes aprender a usar diversas funciones de la escritura (informativa, expresiva, apelativa e imaginativa) e ir construyendo una imagen de sí mismos como escritores.
• Enseñar estrategias que permitan a los niños responder de manera satisfactoria los retos de las diversas situaciones de escritura: formularse preguntas para precisar la situación comunicativa; elaborar esquemas para planear un texto; leer otros similares al que se va a escribir antes de empezar a hacerlo; concentrarse en el desarrollo del contenido y desentenderse de la corrección gramatical cuando elaboran las primeras versiones, y escribir varios borradores para llegar a la versión final, entre otras.
• Evaluar los textos priorizando el contenido, la construcción de significado, la adecuación a la situación comunicativa, y no centrándose exclusivamente en la corrección gramatical y ortográfica.

La literatura





Actualmente asistimos a una época de auge de la literatura infantil: las editoriales y las organizaciones dedicadas al fomento de lectura realizan importantes esfuerzos para promocionarla; asimismo, algunos maestros la incluyen en sus secuencias de trabajo, convirtiéndola en parte recurrente de su quehacer. En este apartado queremos esbozar de manera general lo que entendemos por literatura y literatura infantil y tratar de explorar un poco cómo llevarla al aula para formar lectores y productores de texto que se acerquen a este género. Vamos a considerar dos aspectos del trabajo con la literatura: en la primera la exploraremos como objeto de enseñanza específico, y en la segunda, como elemento que potencia –o vincula– el trabajo de diferentes áreas.
La literatura como un arte cuya materia prima es el lenguaje; en ella observamos una representación de nuestra condición de seres humanos, nos vemos reflejados en nuestra complejidad. La literatura vuelve comprensibles las múltiples formas en las cuales los seres humanos hacemos frente a las infinitas posibilidades que nos ofrece la vida La literatura se caracteriza porque las imágenes y los símbolos que le son propios no requieren confirmación, estamos en el terreno de lo posible, de lo verosímil, no hay que demostrar nada, en esto se diferencia de lo científico, donde todo debe ser constatado. Apuestas didácticas para abordar la literatura en el segundo ciclo Con seguridad, al trabajar con la literatura en el aula abordamos simultáneamente la esencia humana, las posibilidades del lenguaje, y mediamos un encuentro entre los estudiantes y textos de calidad, lo cual les brinda modelos de vida y de escritura. Podríamos afirmar que con este tipo de trabajo se abarcan dos dimensiones: la del ser humano sensible y la del escritor. Naturalmente se requieren prácticas pedagógicas que lo posibiliten, a esto nos dedicaremos a continuación.

La lectura en clase garantiza varias cosas, entre ellas:


• Que los estudiantes lean por ellos mismos y no lo obvien o lo deleguen en alguien más.
• Que los estudiantes asuman la idea de que leer es importante y por eso se le dedica tiempo en clase.
• Que el maestro esté ahí cuando se presenten dudas o inquietudes, así también podrá guiar el proceso para garantizar la comprensión y enfatizar en ciertos aspectos que la obra exija.
¿Por qué es necesario formar a los estudiantes en el uso de las TIC? Antes de intentar dar respuesta a esta pregunta, partamos de la siguiente definición de TIC: Conjunto de avances tecnológicos que nos proporcionan la informática, las telecomunicaciones y las tecnologías audiovisuales, que comprenden los desarrollos relacionados con los ordenadores, Internet, la telefonía, los “más media”, las aplicaciones multimedia y la realidad virtual. Estas tecnologías básicamente nos proporcionan información, herramientas para su proceso y canales de comunicación
Configuraciones didácticas, modos de organizar la enseñanza
Proyectos de aula
Los proyectos de aula son una herramienta de cambio profundo de la vida escolar en cuanto buscan que allí sea posible la vivencia de procesos educativos significativos. Los estudiantes y su docente emprenden un camino de exploración partiendo de una pregunta, un problema, una necesidad, un deseo, etc., es decir, hay un acuerdo y un interés compartido por aprender algo. El involucrar de manera protagónica a los estudiantes en ese camino de aprendizaje facilita que los niños sean partícipes en el diseño de estrategias, en proponer formas de proceder y en ejecutarlas, pues saben cuál es el propósito y la meta de llegada.
Los proyectos de aula son muy similares a aquellos que emprendemos los seres humanos en nuestra cotidianidad: escribir un libro, organizar un encuentro académico, una reunión social o un viaje, construir un puente, entre otros. La siguiente clasificación de proyectos que pueden implementarse en el aula que nos aportan Jolibert y Jacob (1998: 40) puede resultar esclarecedora: “de realizaciones (convivencias, visitas, exposiciones, etc.,); de estudios (ejemplo: ¿por qué se nos caen los dientes a los 6-7 años? o profundicemos el concepto de leyenda); de
Tres grandes fases tienen esta configuración: planeación, ejecución y evaluación.

La planificación del proyecto se lleva a con los estudiantes. Ellos se convierten en interlocutores válidos, se cuestionan sobre lo que quieren aprender y, conjuntamente con el maestro buscan la manera de resolverlo. Se escriben los acuerdos y el plan. Debe planificarse también cómo se socializará el proyecto y la forma de evaluación. Todo queda escrito: las actividades, los responsables, el cronograma, los recursos, para que todos puedan participar en la ejecución. Esta modalidad de trabajo hace que los estudiantes adquieran un compromiso auténtico con su formación. En la segunda parte de este documento, en la experiencia de México cuyo tema son las drogas, pueden observar cómo la participación de los estudiantes permite modificar la propuesta llevada por la maestra (aprender sobre el debate a través del estudio de la conquista de España). Escucharlos y tener en cuenta su opinión propicia que todos se apropien del proyecto y trabajen de una manera motivada y responsable.

El componente evaluativo
En relación con la manera de evaluar los textos escritos durante la secuencia, resaltamos el quede la evaluación (los criterios tenidos en cuenta) y el cómo de la misma (el uso del pretexto y del pos test y la diversidad de modalidades de evaluación empleadas). Una de las mayores debilidades de la intervenciones didácticas en el aula es no poder comprobar si fueron o no efectivas, si permitieron lograr los objetivos propuestos. En la secuencia que estamos analizando la profesora aplica un pretest a cada niño del salón en la fase inicial y, cuando termina la secuencia, lleva a cabo un postest con el objetivo de comparar los textos escritos por los estudiantes y ver qué avances se lograron.




lunes, 13 de mayo de 2013

INFORME LINEAMIENTOS CURRICULARES TUTORIA 4



INFORME

 

La tarea de crear las condiciones en el aula para el aprendizaje de la lectura y la escritura implica tomar decisiones en cuanto a los tipos de materiales que se deberán usar en diversos contextos significativos.
Es necesario disponer en el aula de diversidad de materiales que respondan a diversas necesidades y funciones de lectura y la elección de estos materiales debe constituir una tarea cuidadosa por parte del maestro, pues en buena parte el interés que se despierte y se mantenga por la lectura dependerá de la calidad y capacidad de movilización de los textos escritos a los que los alumnos puedan acceder. Desarrollar criterios de selección de los materiales es, pues, una condición necesaria para garantizar los logros.
 Hay que tener en cuenta que en el concepto de diversidad de materiales están implicadas diversas categorías: la diversidad se puede entender desde la perspectiva de las funciones o fines de lectura, de los soportes, de los temas, y cuando se trata de literatura, de los géneros, de los estilos e incluso de épocas y orígenes geográficos que garanticen acceso a la cultura universal. Para el caso de la literatura es imposible determinar estos criterios.
No existen normas exactas preestablecidas que permitan calificar, sin un conocimiento previo, una obra de arte. Sin embargo, el maestro podrá refinar su capacidad de elegir en la medida en que lea y se informe por diversos medios acerca de las obras de mayor calidad para sus alumnos. Sólo podría decirse en este documento que una buena obra literaria para niños y adolescentes es aquella que no se agota en la primera lectura y que puede interesar, conmover o impactar tanto a un niño como a un lector adulto.
 Es importante derivar en este eje del trabajo curricular algunos énfasis orientadores para el trabajo de aula. Por ejemplo, la diversidad de tipos de textos es una prioridad en todos los grados de la escolaridad, y los énfasis en cuanto a la comprensión lectora y la producción escrita se pueden definir con base en los niveles planteados en el eje referido a los sistemas de significación. Es decir, el acercamiento a la comprensión y la producción textuales tendrá mayores niveles de complejidad a medida que avanza el grado de escolaridad, pero la comprensión y la producción de diversos tipos de textos es permanente. En la propuesta de indicadores de logros se avanza, según los niveles de escolaridad, de procesos de identificación de tipos de textos, hacia procesos de comprensión, interpretación, explicación, producción y control de las prácticas lectoras y escritoras. Los niveles de explicación de la lengua como objeto de estudio, haciendo uso de categorías teóricas, se enfatizan en la básica secunaria.

viernes, 10 de mayo de 2013

INDAGACION Y EXPERIMENTACION -EXPOSICION



INDAGACION Y EXPERIMENTACION  CICLO III



Este es un ciclo de la niñez a la pre-adolescencia, en edades de los 10 y los 12 años  donde el proyecto de vida de Quinto es el paso a la secundaria, el de sexto el reconocimiento en ella y el de séptimo el de adaptación al ambiente. Se presenta un impacto drástico en los cambios de la organización escolar de quinto, a la organización y ambiente escolar de sexto y séptimo de básica secundaria que genera en los estudiantes de este ciclo sentimientos de temor, encontrados con el sentimiento del deseo de pertenecer y estar en el bachillerato con los compañeros grandes. Por esta razón se busca atenuar aquellas transformaciones en la vida de los niños y niñas en donde el proceso de adaptación por el cambio de institución educativa y el de los compañeros sea más flexible y acorde con sus necesidades.
No obstante es fundamental que el aula de clase se convierta en un espacio de  aprendizaje en donde prevalezca la indagación y la experimentación, a través de diversos debates y temáticas, que los lleve a cuestionar situaciones propias de su entorno. Esto les permitirá construir herramientas para explicar el mundo con el fin de entenderlo y comprenderlo.
Sin embargo, cabe resaltar la importancia de aprendizajes integrados, promoviendo  así, la interacción entre los estudiantes y de esta manera incentivar el desarrollo de nuevos conocimientos, capacidades y habilidades, teniendo en cuenta que de los errores e inquietudes no solo individuales sino también colectivas forman parte de un pensamiento reflexivo que les da la posibilidad de interpretar y construir juicios críticos frente a determinada situación.
Por otra parte las prácticas pedagógicas en este ciclo deben fortalecer la capacidad de los estudiantes para complejizar sus experiencias, su nivel de creatividad, su capacidad para tomar decisiones y el acceso al conocimiento tecnológico, así como el uso de las tecnologías de la información y la comunicación para ampliar su información académica.
Por lo tanto no solo el aspecto académico en los niños y niñas es fundamental para su integridad y desarrollo cognitivo, forman parte la familia, los amigos dentro del establecimiento educativo y  los docentes los cuales deben estar atentos a los intereses y habilidades de los educandos.

lunes, 6 de mayo de 2013

UNIDAD DIDACTICA LAURA Y LUIS

UNIDAD DIDACTICA LAURA Y LUIS
 



MODELO DIDACTICO QUE EMPLEARON  PARA ABORDAR LA CLASE DE ESPAÑOL LOS PROFESORES LAURA Y LUIS




PRESENTADO A: ALFREDO CORAL
PRESENTADO POR: CIPAS LITERARIAS
INTEGRANTES: NOHORA ESPERANZA CASTRO AGUDELO
ADRIANA GARCIA GARCIA




UNIVERSIDAD DEL TOLIMA IDEAD CREAD KENNEDY
LICENCIATURA EN EDUCACION BASICA CON ENFASIS EN LENGUA CASTELLANA
X SEMESTRE
GRUPO I





BOGOTA, ABRIL 27 DE 2013